Poemas para la madre



Fuerza y voluntad tienes más que ninguna,


Esperanza y amor te identifican,

La inmensidad del cielo se refleja en tu rostro,

Inigualable eres madre querida,

Zalema te debemos todos nosotros.


Durante toda una vida nos das tu cariño,

Igualdad derramas hacia todos tus hijos,

Amor y mimos recibimos siempre como niños.


Muchas veces solo preocupaciones te damos,

Angustias, amarguras y dolor te causamos,

Madre adorada, perdón por todo eso te pedimos,

Alzamos tu imagen, y como santa te veneramos.

Autora: GISELLA VERASTEGUI R





A mi madre


Madre de infinito amor
que impusiste tu valor 
con gran sentimiento
el día de mi nacimiento.
Recuerdo tus lindos cuentos
y de tu voz los bellos cantos
con los que me dormías de niño
en tu sedoso corpiño.
Mi vida sin tu presencia
es sentimiento en mi existencia
ya no es alegría ni canto
es solo tristeza y llanto.
Madre belleza y adorada
siento la luz de tu mirada
como una sagrada bendición.
Le pido al Todopoderoso
por este pasado tan doloroso
me de fortaleza y comprensión
por la perdida de tu santo corazón.

Autor desconocido





Mamá


Estaba oscuro...
Solo el rayo de la luz de tus ojos.
Me enseñaste a respirar
y tus entrañas acariciaban mi frágil cuerpo.
Soñaba con colores 
y te imaginaba hermosa,
fueron nueve meses en un mundo rosa.
Crecí de a poco con tu calor
me alimentaba con tus caricias
y frases de amor.
El momento llegaba
iba a conocerte,
estaba muy protegida
con miedo de perderte...
Se hizo la luz
una mañana de febrero,
mamá ahí estabas tú
tan maravillosa y tan dulce
como te había imaginado.
Aprendí con el correr del tiempo
y en mis andanzas peligrosas
de cada uno de tus consejos 
valorados en cada acto 
de mis diecinueve años,
y soñando cada vez
que me encuentro lejos,
con tus palabras
que envuelven mis vivencias
y acobardan los miedos 
de mi juventud.



Quisiera decirte...

Quisiera decirte muchas cosas, 
pero me faltan y me sobran palabras,
me falta tu sonrisa de cada mañana,
tu mirada al comenzar del día, 
tus labios cuando me susurraban palabras,
tus gestos que hacían que te adorara,
tus defectos y manías que me encantaban,
tus sueños por los que luchabas,
tus errores y fracasos de los que te levantabas,
tus lágrimas que hacían que te enterraras en tus recuerdos,
y de esto y mas te encargabas.
Pero la realidad es que me sobra amor para darte,
para besarte, acariciarte, tocarte y amarte,
pero hoy me desperté con una sola y verdadera realidad,
hoy tu no estas conmigo,
pues los kilómetros nos separan y también las palabras. 
Colaboración de Luz Adriana Sánchez García

México

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